Los vehículos de pila de combustible son vehículos eléctricos que almacenan la energía en forma de gas hidrógeno, en lugar de almacenarla en una batería electroquímica. El proceso global, desde la generación de la electricidad renovable, hasta su uso para impulsar el vehículo, presenta rendimientos en el entorno del 20%, lejos del 70% que presentan los vehículos eléctricos de batería.
Actualmente existen en el mercado muy pocos modelos de turismos, y tienen precios superiores a los 60.000 €. Más dinámico es el mercado de autobuses, con un número importante de ciudades europeas introduciéndolos en sus flotas de transporte urbano e interurbano. Este tipo de vehículos presentan autonomías y tiempos de repostaje comparables a los vehículos convencionales, a diferencia de los vehículos eléctricos de batería.
El hidrógeno se presenta también como una solución para el transporte por ferrocarril, en aquellas líneas cuya electrificación no resulte viable, y para el transporte marítimo.