Se trata de la energía obtenida de fuentes naturales que se renuevan continuamente y son inagotables, aunque intermitentes. El desarrollo tecnológico (tecnologías de producción y almacenamiento) contribuirán a su competitividad y, principalmente, aportarán mayor eficiencia y capacidad de producción. Todo ello será decisivo para que las energías renovables sustituyan a las energías fósiles.
Efectivamente, las renovables siendo limpias e inagotables, tienen grandes limitaciones de producción para poder abastecer toda la energía que necesitamos, más aún en una sociedad altamente industrializada. Salvo la geotermia, dependen del tiempo –si hay viento obtenemos energía eólica; durante el día tenemos energía solar, no durante la noche- y en ocasiones no son coincidentes las horas de mayor demanda de energía con las horas de producción. Algunas tecnologías, como la eólica, han logrado una gran madurez tecnológica y la potencia instalada renovable mundial está aumentando gracias a ello. Aún así, en Euskadi varios proyectos para la instalación de parques eólicos están paralizados debido a la contestación social ante los mismos.
Todas estas dificultades se solventarán con tiempo, investigación y desarrollo tecnológico, pero por el momento son inconvenientes que debemos conocer si realmente queremos tener en cuenta dónde están los límites de las energías renovables.