En ciudad, utiliza el transporte público para tus desplazamientos y deja el coche aparcado.
Para viajes medios y largos, el transporte público es hasta 6 veces más eficiente que el coche.
Comprueba periódicamente la presión de los neumáticos, quita los accesorios que no necesites (por ejemplo la baca), no transportes pesos innecesarios, usa el aire acondicionado con moderación y no circules a velocidades altas. Así ahorrarás combustible y ganarás en seguridad.
Si es imprescindible utilizar el coche, aplica las técnicas de conducción eficiente circulando lo más posible en marchas largas y a bajas revoluciones.
Al comprar un coche, elige un modelo adaptado a tus necesidades y fíjate en la etiqueta de consumo y emisiones de CO2, para las mismas prestaciones, es más interesante económica y energéticamente comprar un coche de categoría A o B.
En viajes cortos, ve a pie o en bicicleta, es más económico energéticamente, menos contaminante y más saludable.