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La basura doméstica

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En esta sección te frecemos una serie de útiles consejos para ahorrar energía en nuestra vida diaria. Ponerlos en práctica no supone mucho esfuerzo y además merece la pena ser eficientes y respetuosos con nuestro entorno.

El reciclado

Las basuras producidas en las viviendas, también llamadas “Residuos Sólidos Urbanos” (RSU), son una fuente potencial de energía y de materias primas que pueden aprovecharse mediante tratamientos adecuados.

Cada persona genera un total de 620 kg de basura por año, se estima que el 65% es aprovechable mediante reciclaje y el resto va al vertedero o a la incineradora.

Para reciclar hay que separar materiales en origen. El consumidor es una pieza clave para que funcione correctamente todo el proceso.

También son numerosos los contenedores y servicios de recogida de pilas, medicamentos, telas, muebles, electrodomésticos y otros enseres al final de su vida útil.

Para facilitar la recogida selectiva, utiliza los contenedores de diferentes colores, para identificar en cual se debe depositar cada residuo:

  • Contenedor amarillo: para envases tipo Tetra-Brick, botellas de plástico y botes metálicos, envases de plástico.
  • Contenedor azul: papel y cartón.
  • Contenedor verde: para basura orgánica (la común).
  • Contenedor verde iglú: para vidrio.
  • Contenedor marrón: residuos vegetales cocinados y no cocinados, frutos secos, pan, galletas, papel con restos de comida, etc.

Cifras que resaltan la importancia del reciclado:

  • Por cada tonelada de vidrio que se recicla, se ahorran 1.200 kg de materias primas y 130 kg de combustible.
  • Cada tonelada de papel que se recicla evita que se corten 14 árboles, se consuman 50.000 litros de agua y más de 300 kg de petróleo.