Usa el agua caliente sanitaria sólo cuando sea necesario. Ahorrar agua es ahorrar energía.
Racionaliza el consumo de agua. No dejes grifos abiertos inútilmente en el afeitado, en el cepillado de dientes, etc.
Evita fugas y goteos de agua caliente.
Dúchate en vez de bañarte. Un baño equivale en agua y energía a 3 o 4 duchas.
Instala grifos termostáticos y cabezales de bajo consumo en la ducha.
Si un cuarto de baño o cocina todavía tiene grifos independientes para agua caliente y fría, cámbialos por un único grifo monomando..
Recuerda que el agua que se utiliza, posteriormente debe ser tratada en una depuradora que requiere de una cierta cantidad de energía.
Los depósitos acumuladores y las tuberías de distribución de agua caliente sanitaria deben estar bien aislados.
La energía solar térmica es idónea para el abastecimiento de agua caliente en las viviendas. Pueden reducir hasta en un 60% el coste energético del calentamiento del agua.