Por otro lado, es una energía escasa en nuestro entorno cercano, por lo que debe ser importada.
Junto a las consecuencias que ello tiene en la balanza de pagos, la propia situación de los países productores es un punto a tener en cuenta, ya que el conjunto de las reservas se concentra en reducidas regiones repartidas por el mundo, muchas de ellas con grandes niveles de inestabilidad.
Finalmente, resulta primordial modificar los hábitos de consumo de la ciudadanía y el modo en que gestionamos la energía en el día a día hacia un menor consumo, pero eso no se realizan de un día para otro.
Todas estas son las diferentes caras de la energía. En definitiva, aspectos más complejos de lo que, a priori, pueden parecer a simple vista al cargar el depósito del coche.
A partir de ahí, toda energía tiene ventajas y desventajas. Todas tienen aspectos positivos y negativos. Las necesidades diarias de energía las abastecemos a través de diversas fuentes energética, y entre todas ellas se forma el conocido como “mix energético”. El objetivo futuro en Euskadi es reducir paulatinamente el uso de energías fósiles y utilizar energías renovables más limpias. Sin embargo, no se trata de un tránsito que se pueda realizar de un día para otro.
Mientras tanto, será necesario el uso de fuentes energéticas “puente” que permitan abastecer la demanda (como, por ejemplo el gas natural), más limpio y con menores emisiones respecto del resto de energías fósiles, hasta el momento en el que el adelanto tecnológico permita la supremacía de las energías renovables.